14 octubre 2006

Aurora Borealis



Mi queridísima hermana (me vas a perdonar que use por una vez esta expresión, que tan artificial te parece a tí y tan sentida a mí): no podía iniciar nuestra correspondencia sin regalarte en esta primera carta uno de los espectáculos más bellos de la naturaleza que pueden contemplarse en nuestro planeta y que, conociéndote como te conozco, sé con toda seguridad que te va a encantar: las auroras boreales o luces del norte, así llamadas porque es en las latitudes más septentrionales donde han sido vistas con mayor frecuencia a lo largo de la Historia, sobre todo de septiembre a octubre y de marzo a abril.

Antes pensaba que eran exclusivas de las regiones polares, pero poco a poco he ido descubriendo que en algunos lugares de la Península Ibérica se han podido contemplar unas cuantas: por ejemplo en 1764, 1769, a mediados del siglo XIX, durante la Guerra Civil y en 2000. Se me pone la piel de gallina al pensar en la emoción que tuvo que embargar a quienes tuvieron la suerte de ser testigos de semejante espectáculo.

Las auroras pueden variar mucho en cuanto a colores, formas, duración, altura, etc., pero el resultado es siempre espectacular, inolvidable:



Así que vete haciendo las maletas y mete en e